De Villa de Merlo a Rosario en bici y balsa
Pedro Strelin y Matías Aguilera son dos puntanos (de Provincia de San Luis) que viajaron en el mes de Mayo del pasado año, intercalando bicicleta y balsa, desde su provincia hasta Rosario, Santa Fé. Cargaron las bicicletas con elementos poco comunes que no pasaban desapercibidos: cámaras de camión, serrucho, machete, remos, un rollo de media sombra verde y un inflador de pie, tal como en una travesía de supervivencia. El día inicial fue la prueba de fuego, ya que con 30 kilos de equipaje en las bicis, era díficil el traslado. El primer día de viaje llegaron al anochecer al pueblo de Río de los Sauces, donde los recibieron con cordialidad. Generalmente en estos pueblos todos estan dispuestos a una charla con gente que los visita. El segundo día los llevó hacia la pampa humeda por caminos rurales, pasaron por Elena y luego cruzaron a General Deheza por un camino de tierra en buen estado que igualmente genera cierto desgaste en las bicis. El viaje continuó transitando caminos rurales inundados a una velocidad menor a la que deseaban, para llegar al Río Carcarañá. Finalizando el cuarto día llegaron a la orilla del río, allí comenzaron a sacar los elementos para armar una balsa.
La tortuga
Asi fue como llamaron a la balsa por su forma y la poca velocidad en la que avanzaba. Igualmente fue todo un éxito por lo amplia, cómoda y su flexibilidad al oleaje, que hizo casi imposible sufrir un vuelco en alguno de los rápidos que enfrentaron. Los próximos cuatro días navegaron río abajo ayudados por la corriente y su gran caudal. Por momentos el fuerte viento norte dificultó el avance, en esos tramos la embarcación parecía retroceder. Pasaron la noche en balnearios como Boca del Río, Los Surgentes, Cruz Alta y Arequito, todos con secuelas de las inundaciones de algunos meses atrás.
A esa altura del viaje la mente y el espíritu son los que mandan, el cuerpo ya ha caído por el agotamiento, según comentaron, pero igualmente esperanzados en cumplir el objetivo. Matias resultó ser un excelente pescador y proveía la cena a base de bagres de río. La etapa de navegación finalizó a la altura de Arequito. Allí los aventureros desarmaron “La tortuga”.
El último día de viaje volvieron a las bicis. Los separaban 100 kilómetros del ansiado objetivo: la ciudad de Rosario. Pedalearon con viento en contra durante horas. Llegaron a la capital santafesina luego de las largas jornadas que desarrollaron durante la última semana. Decidieron pasar la noche en un hostal céntrico, y ya a la mañana los pasó a buscar un amigo en auto, para volver a Villa de Merlo y retomar sus actividades.
Fuente: Info Merlo
Fotografías: Facebook