Viaje en Bici Cargo (Chile-Argentina)

Relato por: Juan Pablo Arriola Ellena

Un día recorriendo las calles de Santiago de Chile con mi bici plegable, me crucé con una bici cargo bullitt, me enamore, dije algún día tendré una. Al consultar valores de las mismas me dí cuenta que eran de alto precio. Después de un tiempo me volví a mudar a Córdoba Argentina, pero mis viajes periódicos a Santiago estaban siempre presentes. Con el tiempo vino el Foro Mundial de la Bici en Santiago y estaba la agrupación de bicis cargo mostrando sus vehículos y emprendimientos, fue así que conocí mas de otras alternativas de fabricación artesanal y muy bien logradas. Luego de planificarme contactar y conocer modelos conseguí uno a mi medida. Yobke Bicicletas de carga fue quien me ayudo a fabricar mi sueño, Luis quien es la persona que representa esa marca muy atentamente me aclaro y sacó las dudas para lograr loque tenía en mente. Fue así que fue tomando forma aquel sueño y de a poco se hizo realidad. Luego y paso a paso fue teniendo todas sus partes de acuerdo a lo elegido.

Después de unos meses de trabajo así quedo «Celeste» mi Bici Cargo,  estaba feliz la emoción más grande que podía tener, claro que Luis me pregunta y ¿como te la pensas llevar a Córdoba…? a lo que respondí…pedaleando. Me escuchó asombrado y la verdad que ni yo me lo creí a pesar de haber cruzado muchas veces esa ruta pero en transportes motorizados en donde las 18 hrs de viaje no eran tan largas, en bici no tenía idea de lo que sería. Pero me propuse hacer el desafío de cruzar la cordillera en esta bici, ese era el objetivo a lograr.

Fue así que empecé a organizarme para realizar el viaje, por medio de blogs de otros ciclistas, videos, vivencias de gente que de una u otra forma conocía la ruta de acuerdo a temporadas por el clima y distancias. Fui adquiriendo los elementos de a poco de echo antes de tener la bici ya tenia esas ganas y todo se fue dando, cuando lo creí conveniente junte todo y lo arme. Lleve de todo hasta por demás y eso significo peso extra y mi cuerpo por mas que estaba acostumbrado a la bici urbana no estaba acostumbrado a la ruta en largas distancias y menos con tanto peso casi 150 kg contándome a mí claro.  Y llego el día, salí desde Córdoba en Bus solo con las alforjas ya con sus contenidos y la carpa. Al llegar a Santiago busque mi bici que la había dejado de unos amigos y armé todo.

Tenía de todo, el famoso «Por las dudas» llevaba muchas cosas extras desde cadena, cables de freno, muchos parches y cámaras nuevas para reemplazo, precintos, herramientas varias, todo eso sumaba peso más las cosas de camping, pero lo único que le hizo falta a la bici fue aire en los neumáticos al salir, nada más.

Mis amuletos de la suerte, por si pasaba Navidad en viaje (un Papa Noel y un Elefante de la suerte que me lo dio una amiga). Allí me dí cuenta que el peso que llevaba era bastante para lo que estaba acostumbrado, pero se pudo y de a poco agarre el ritmo.
El trayecto de Santiago-Los Andes sabía por experiencia de otros que estaba prohibido circular en bici a pesar de que varios lo habían realizado, yo con este tipo de bici no quería arriesgarme y que me dejaran trunco el viaje por no tener eso presente, así que me organice con un amigo Manuel y me acercó en su camioncito hasta Juncal-Portillo y de allí partí el viaje.
El comienzo fue emocionante, al fín estaba allí después de tantos meses de pensarlo e imaginarme esa hazaña, pero nada era como uno se imagina solo algunas cosas, las subidas eran duras y eternas pero ser parte del paisaje asombraba la visión y regocijaba el alma.

Muchas de esas subidas se realizaron caminando con la bici al lado, no daba mas me faltaba el aire y la temperatura con ese requerimiento físico iba subiendo pero el viento era fresco y los cambios que tiene 21 velocidades en total para tal peso e inclinación te hacían agitar mas de lo que realmente subías.

De pronto el clima cambió y se vino el frío y todo en cuestión de unos kilómetros, viento fuerte, lluvia, un poco de nieve y yo que solo tenía mas que nada ropa de verano comencé a ponerme ropa mas adecuada para soportar ese clima que no tenía previsto pero gracias a el «por las dudas » encontré ropa que me calmó el frío y pude seguir de a poco avanzando.
Luego de mojarme y seguir subiendo la pendiente era interminable, la sed y el hambre me llamaban a cada rato y como hacia frío el agua estaba helada y el chocolate súper duro para recuperar fuerzas.
Al llegar a la cima de esa subida exhausto, me encuentro con el túnel que une los dos países y mi cansancio se fue por un instante tranformándose en fuerza y felicidad ya faltaba menos para llegar y cruzar de país.

Luego de descansar y juntar fuerzas nuevamente me cruzaron en un camión, ya que esta prohibido cruzar el túnel en bici o caminando, al cabo de unos minutos ya había salido al lado Argentino después de casi 3 km de túnel. Ya del lado Argentino la lluvia fue compañera por un día mas. Y fueron sumándose mas y mas km hasta llegar a distintos y hermosos lugares.
Cada vez más me aproximaba a la aduana argentina, acostumbrado a las grandes filas y aglomeración de gente para los tramites me encuentro con que llegaba solo y había pocos vehículos dentro del recinto, sin saber ellos que llegaría ese día un ciclista y con ese clima, se sorprendieron, la atención fue muy afectuosa y las preguntas no tardaron en llegar : ¿que se te dió por hacer el viaje?, y con ese día …como me había entrenado, tenía frio, me hacía falta algo etc, las risas fueron compinches y hasta hubo fotos con el personal de aduana.

Luego de descansar y abastecerme con un sandwich del kiosko que esta allí seguí camino para hacer noche en algún lugar, lo que si me aconsejaban ir a hostel ya que el clima estaba feo y no era bueno acampar así que seguí viaje hasta Penitentes para descansar.

Ya al día siguiente más descansado desayuno de por medio preparo todo y parto hacia Uspallata distante a 80 km
en donde haría noche nuevamente, al final la carpa no la use ya que el clima no era favorable y los camping después al preguntar me salían igual o más que el hostel así que seguí con el plan B.

Ya faltaba menos y el clima seguía cambiante, pero relajado a la vez y cuando las subidas eran duras paraba, descansaba y retomaba la marcha a veces con la bici al lado pero me daba ánimo, de a poco iba sorteando los miedos con los que comenzó el viaje y me alentaban  las palabras de amigos, compañeros que apostaron en mí, ejemplos de otros que con menos posibilidades físicas hacían cosas que yo no imaginaba, algún mensaje de whatsapp dándome ánimo y que decir de los camiones los dedos pulgares que se asomaban y esos cambios de luces dando aliento al único ciclista que cruzaba con ese clima por esos días y en ese tipo de bici.

Llegue a Uspallata esa noche descanse de nuevo en una cama caliente con una buena ducha para así al día siguiente continuar hacia Potrerillos.
Al llegar a Uspallata y después de sacar la foto al cartel me doy vuelta y veo a lo lejos el Bus de la empresa que hace tiempo me traslada entre Argentina – Chile y oh sorpresa eran los choferes que me habían llevado cuando salí de Córdoba a comenzar mi sueño del viaje, les había comentado de la hazaña y al reconocerme detuvieron la marcha para retratarnos en una foto. ¡¡Que felicidad !!!

Y obviamente cene una buena comida sustanciosa antes de ir a descansar ya estaba aburrido de cereales y todo lo energético.

Amaneció con hermoso día y ya sin lluvia, y así arranco el nuevo tramo hacia Potrerillos casi 60 km faltaban aún para llegar. Me crucé con unos viajeros de Brasil en moto y se sacaron una foto no podían creer que anduviese asi viajando jajaja.

Cada bajada era una bendición y daba mas impulso para la próxima subida. Cada vez faltaba menos y el sol a diferencia de los días anteriores ya comenzaba a pegar fuerte y a dar cada vez mas calor en la ruta.
Había que tener mucho cuidado al cruzar los túneles ya que no hay mucho espacio de costado y la visibilidad es escasa, hay que cruzarlos sin ningún vehículo que venga detrás nuestro.
Al llegar a Potrerillos a eso de las 16 hs busque camping y me salió mas barato un hostel otra vez así que no lo dude y me quede allí, desarme todo me puse cómodo y almorcé. Luego fui a recorrer la zona y me quede todo el domingo a descanzar allí.

Esa noche me acosté feliz de haber pasado un día increíble, sabiendo que al día siguiente ya partía a la Ciudad de Mendoza y sería el último enlace.

Ya saliendo hacia Mendoza, me espera la subida de la cuesta el portezuelo y el viento según los lugareños antes del mediodía es de cola después del mediodía es de frente así que hay que apresurarse para que no cueste tanto subir. Mientras iba por la ruta diviso algo a lo lejos  y era nada mas ni nada menos que otro ciclista y al vernos paramos y nos saludamos afectuosamente, un viajero de Brasil rumbo a Chile iba con viento en contra subiendo pero estaba tranquilo y relajado jajaja.

¡Fin del viaje !!!

Agradecimientos a quienes confiaron en que lo lograría, a la Familia, Amigos a Yobke y compinches de la travesía. A los que dieron ánimo en la ruta con las señales de luces, pulgares en alto, gritos de vamoosss, al camionero que me convidó agua cuando me hizo falta, la buena onda de quienes uno menos espera a todos ellos gracias. A los que se preguntan cuanto uno debe entrenarse, que llevar, les respondo, solo lleven lo justo y necesario, menos es mas, confíen en ustedes mismos, no dejen para mas adelante, yo agarre y lo hice, que me pregunte varias veces sobre todo cuando no daba más por el cansancio el » que hago acá, ¿quién me manda a mí a hacer esto? » jajaja siiii me lo cuestioné y más cuando me agarró la lluvia el frío y la nieve, pero se pudo, se puede y que sirva de ejemplo para que otros lo sigan, y por lo que me enteré fue la primer bici cargo en cruzar Los Andes y ese era mi meta, saludos y ¡¡¡¡buenas rutas !!!

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